Fue una gran alegría haber tocado en el Tokyo Dome, un sitio que había inobservado tan alto como su cúpula, quizá porque era un sueño del pasado…pero por fin the gazette había llegado, agradecidamente, hasta ese punto… bajo esa cúpula.
Porque ese suceso nos unifica a todos, es como el sentimiento de todo lo construido por sobre los enfrentamientos he inconformidades que se generan por nuestro amor a un sueño, mejor de lo que the gazette imaginaba.
La gira fluyó esperanzadora, de esta manera, llegando bajo la enorme cúpula, la dicha no es comparable más que con todos aquellos que se congregaron bajo el mismo sitio.
No solo me quedan los recuerdos del Tokyo Dome sino también de todos aquellos que me apoyaron emocionalmente, así como al equipo completo por su buen trabajo, por ese sentimiento de compañerismo al desarrollar algo tan grande juntos… les doy las gracias.
Felicitaciones, gracias y feliz año 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario